Caballos de hielo. El doble crimen del alforjero.
Autor: Luis Antonio Palacio Pilacés

 

El sábado 20 de agosto de 2012 se presentó en Peraltilla el libro "Caballos de hielo. El doble crimen del alforjero". La presentación corrió a cargo del propio autor Luis Antonio Palacio Pilacés. El argumento del libro gira en torno a la vida del peraltillense Román Lacambra Trallero y al entorno social y político de los años anteriores y posteriores a la Guerra Civil Española de 1936-39.

Los interesados en el libro pueden adquirirlo en el Ayuntamiento de Peraltilla al precio de 15,00 euros.


Heraldo de Aragón 10-09-2012

 

 
Diario del Altoaragón 11-09-2012
“El 23 de marzo de 1949 moría ejecutado a garrote vil en el patio de la Prisión Provincial de Huesca el reo Román Lacambra Trallero, autor confeso del inexplicable asesinato de una mujer en la pequeña localidad de Laperdiguera. Sería la última persona que perdería la vida a manos del verdugo en el Alto Aragón. Nacido en Peraltilla en 1915 y conocido como “el Alforjero” por las raterías que le habían hecho célebre en la comarca del Somontano barbastrense, su vida podría constituir un perfecto trasunto de la trayectoria del país a lo largo la época más agitada de su historia: sus primeros años transcurrirían durante la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, en su juventud conocería la revolución y la guerra, amén de las prisiones, batallones de trabajo y campos de concentración franquistas. Al poco de abandonar la prisión de Las Capuchinas su imprevisible naturaleza le impulsaría a alistarse voluntario para luchar en Rusia en las filas de la División Azul. De vuelta en España, no tardaría en ser arrestado bajo la acusación de haber actuado como guía de algunas de las partidas guerrilleras que habían atravesado los Pirineos para combatir al régimen de Franco. Las torturas a que sería sometido en aquella ocasión -que incluirían un falso fusilamiento en el cementerio oscense frente a los cuerpos de tres hombres que acababan de ser ejecutados ante sus ojos- desembocarían en un agudizamiento de sus problemas mentales, con toda probabilidad ligados a la esquizofrenia, y, en última instancia, en los trágicos hechos que habían de costarle la vida a Carmen Plana y al propio Román. Su muerte injustificable en el garrote culminaría un proceso repleto de arbitrariedades, convirtiéndole en la segunda víctima de un crimen en el que el asesino más cruel no sería otro que el perverso sistema judicial de la dictadura franquista. Siguiendo el hilo del sumario del caso, el autor aprovecha estas páginas para revisitar una época cargada de acontecimientos, muchas veces relatados pero todavía muy desconocidos por gran parte del público español.”